Antes de empezar si no lo has hecho ya, te recomiendo leer los anteriores artículos de la serie: "Ansiedad VS Motivación: el estado de fluidez" , "El camino hacia el dominio I: el test de egoísmo" y "El camino hacia el dominio II: un equipo con 11 delanteros" para dar contexto a lo que te voy a contar a continuación.
Capítulo final: el mecanismo de la suerte.
Ya solo quedan 125 chicos de los 300 que empezaron en Bluelock. Después de la última prueba que Ego les ha puesto, solo quedarán 35.
Ya solo quedan 125 chicos de los 300 que empezaron en Bluelock. Después de la última prueba que Ego les ha puesto, solo quedarán 35.
En un momento de esta última prueba, el equipo de Isagi pierde un partido de 4 contra 4 en el último segundo, digamos que "por mala suerte". En un contraataque, Isagui consigue parar el disparo del rival. Pero el balón sale disparado y nadie sabe dónde va a caer.
Casualmente, el balón le cae en los pies a otro jugador del equipo contrario, que inevitablemente marca gol.
Isagi no entiende por qué si él hizo todo bien, la suerte le ha hecho perder.
Entonces aparece Ego para explicarles el mecanismo de la suerte.
Pero justo después os fijáis en que el suelo estaba lleno de caca de paloma. Y cuando miráis hacia arriba veis a un montón de palomas revoloteando. Si os hubieseis fijado antes, lo podríais haber evitado.
¿Sigue siendo cosa de la suerte?
Dice Ego que existe una zona donde hay más probabilidad de que tengas suerte si estás preparado. Es lo que llama “el epicentro de la suerte”.
Y aquéllos que solo se sienten a mirar van, inevitablemente, a perder su oportunidad de “tener suerte”.
Y aquéllos que solo se sienten a mirar van, inevitablemente, a perder su oportunidad de “tener suerte”.
Este chico que marca gol estaba en el lugar adecuado para que en caso de que un balón llegase a sus pies, pudiese marcar gol. Si hubiese estado en otro sitio, por mucho que le llegase un balón, a lo mejor no marcaba. Porque estaba demasiado lejos, o porque aparecerían unos defensas a cortarle el paso.
Y es que ya lo decía Séneca. La suerte es lo que sucede cuando la preparación y la oportunidad se encuentran.
Tal vez no te habías dado cuenta, y esto te había pasado alguna vez...
En mi caso diría que varias veces.
La primera vez fue cuando surgió un proyecto para reescribir todo el código de la aplicación en la que trabajábamos (para optimizarla). Cuando empecé a oír hablar del tema tuve claro que me interesaba. Por un lado iba a trabajar con dos personas del cliente que eran digamos "referentes" en Cobol, y por otro lado íbamos a trabajar con el departamento de calidad para buscar cómo optimizar el código. Siendo la última en llegar al proyecto, pasaría a ser la que se conociese mejor la aplicación.
Así que preparé mis argumentos para que, en caso de que pidiesen voluntarios, poder ofrecer mis servicios :-P
Otra ocasión sería cuando fui Scrum Master por primera vez. El cliente quería que nuestro proyecto pasase a trabajar en agilidad. Yo de aquella ni sabía lo que era eso pero según nos fueron explicando en qué iba a consistir tuve claro que me interesaba. Me puse a leer por mi cuenta para que, en caso de que el jefe no pudiese ser el Scrum Master y necesitasen "a alguien", levantar la mano. Esto me permitió tener más formación por parte del cliente y más acompañamiento del coach agile.
Con esta última pieza de la suerte, Isagi ya puede completar la fórmula para ser el mejor delantero del mundo. Es decir, para alcanzar el dominio:
Así que recordad:
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