Han pasado ya 30 años desde que los grandes ordenadores de IBM o Bull dominaban cualquier centro de proceso de datos en la década de los ochenta. En los noventa, con el "boom" de la informática distribuida y la propuesta cliente-servidor, empresas como Sun o Compaq, apoyadas en creadores de opinión y gurús, diagnosticaban el fin del mundo mainframe.
Pese a esto, la robustez, la disponibilidad y la seguridad que estos sistemas ofrecían y ofrecen a sus clientes fueron argumentos de gran peso para que tanto IBM y Bull continuasen sustentando el mainframe como el alma máter de su filosofía TI.
Desde Micro Focus puntualizan que el desarrollo en el mainframe resulta más improductivo en comparación con los entornos más modernos (costes de infraestructura, costes de personal...) y en ello apoyan las teorías para comercializar sus herramientas de migración.
La modernización de aplicaciones y la actualización de las interfaces resultan esenciales, y en este punto coinciden los diferentes expertos consultados. Conseguir que las aplicaciones estén listas para la Web es cada vez más crítico para la supervivencia del mainframe. Pero hoy en día, a pesar de lo que muchos piensan, el mainframe ya es un mundo abierto y capaz de comunicarse con cualquier otra plataforma.
Como ocurre desde hace tiempo, cada nueva tecnología o enfoque tecnológico pondrá en duda el futuro de los entornos mainframe. Pero los datos nunca engañan y actualmente se procesan aproximadamente 200 veces más transacciones por aplicaciones en COBOL que por búsquedas de Google, por lo que parece que este viejo rockero goza de buena salud por el momento.
Artículo Computing
No hay comentarios: